sábado, 19 de enero de 2013

Y yo, ¿no cuento?

   "Ahora privatizamos 6 hospitales públicos y 27 centros de salud, luego cerramos 21 puntos de atención continuada (PAC) noches y fines de semana y así y subiendo las tasas universitarias mientras congelamos y bajamos el sueldo a los funcionarios (profesores, médicos, administrativos...) ¡Seguro que ahorramos un poco!" Algo así se les debió de pasar por la cabeza a quienes engrosan las filas del PP mientras tiraban piedras a los pilares del bienestar social, la sanidad y la educación públicas y de calidad, supuestamente en nombre de la austeridad... Pero, si consiguieron discurrir todo eso, ¿cómo es que han pasado por alto otras formas de reducir el gasto? 
   Pongamos un ejemplo; los Presupuestos de la Consejería de Sanidad para el año 2013 que ha remitido al Parlamento regional de Castilla la Mancha el Gobierno de Cospedal contemplan un incremento de hasta el 38.000% en la partida de publicidad, y otro de más del  7.343% en la de prensa, revistas y publicaciones, pero lo verdaderamente interesante del caso es que con el más de un millón de euros de incremento del gasto, se podrían mantener abiertas las urgencias de los 21 centros de salud que desde el PP se decidió cerrar este lunes. Y eso que escogiendo recortar en las urgencias de esta manera lo más probable es que se acabe con un desenlace potencialmente fatal... Raro, ¿verdad? 
   Tenemos, incluso, constancia todos y todas de algunos caprichitos que, por lo visto, deben de ser más importantes que la educación de los jóvenes; a los profesores se les baja el sueldo, pero, ¡por favor! que Rajoy y sus amigos sigan viajando en business y hospedándose en habitaciones de primera en sus viajes oficiales, y que lo sigan pagando con dinero público, ¡nada se debe dejar al azar! Esto es crucial, démonos cuenta de que deben estar descansados para afrontar las reuniones de su apretada agenda.
    Y todo esto mientras muchos populares (según el diario El Mundo) recibían sobres con dinero negro de Bárcenas, extesorero del PP imputado por el caso Gürtel y al que se le ha descubierto una cuenta con 22 millones de euros en Suiza, y otros tantos se lo callaban.
   En definitiva, un planazo; parece que lo que compensa es tener unos cuantos contactos y otros cuantos metros de morro, así hasta que te lo pises. Parece que incluso se ha olvidado lo que significa ser político: a la observación de cargos públicos chupando del bote sin que a nadie le sorprenda y a políticos corruptos que se van de rositas me remito. Tal vez peque de inocente, pero creía que la función de la política era organizar una nación, una sociedad, para hacerla avanzar según unos principios, en el caso de una democracia, electos por el pueblo; y sin embargo no paro de ver todo lo contrario: una nación que paga para que unos políticos hagan y deshagan con su dinero lo que quieran, que no lo electo, al incumplir sus promesas preelectorales; unos interesados aprovechándose de su poder para ganar ellos y no para hacer ganar a quienes gobiernan; lo único que veo son personas que se han olvidado de qué va su trabajo y que precisamente por eso están haciendo que los demás nos olvidemos también, pasando por alto graves faltas en el camino, permitiendo que algo necesario como es la política se degrade y que lo único que podamos hacer cuando la ofensa es grave sea patalear.
    No me siento escuchada, mucho menos representada, y no debería ser así, recordemos que se supone que esto es una democracia.

Munia Braña Fuentes

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